domingo, 7 de abril de 2013

Los niños que no se ven

Hoy se celebra en Madrid el día internacional de la vida. Una nueva oportunidad para reflexionar sobre los valores actuales en torno a la vida, desde su inicio, hasta su fin natural. Quiero en esta oportunidad hacer una referencia especial a los niños diferentes, a aquellos que no nacen con las mismas condiciones de salud física o mental. Todos sentimos un especial cariño por los niños, que son la imagen viva de la esperanza, plenos de alegría y vitalidad. Parece un contrasentido que haya niños que no muestren rostros de vitalidad, sino de dolor; casi nos resulta escandaloso que haya niños con condiciones físicas o mentales que consideramos fuera de la normalidad. Solo queremos infancias felices, donde todo es plenitud y alegría, y huimos ante lo que empañe esa imagen de la infancia que parece recogida de un anuncio publicitario. Por eso, nos resulta cada vez más llamativo ver niños diferentes, niños que experimentan el dolor, que sufren la enfermedad, la limitación mental. Una sociedad que se dice partidaria del débil, del discriminado, del marginado no quiere ver ni oir a los niños diferentes, y los elimina. En el drama terrible del aborto, no olvidemos que muchos de esos niños que no se ven eran niños con deficiencias. Sería espantoso que alguien pretendiera eliminar a los seres humanos discapacitados. Ha habido mostruos que lo han intentado, pero paradojicamente no denunciamos con toda rotundidad el aborto selectivo de aquellos niños que esta sociedad considera menos capacitados. Los textos que amparan legalmente este verdadero genocidio los definen como "niños con graves malformaciones". Con esta base legal, en España el 85% de los niños con síndrome de Down son abortados; en el Reino Unido casi el 95%. ¿Alguien dirá que la niña que figura en la portada del libro que acaba de publicar el Dr. Moreno Villares sobre estos temas tiene menos derecho a vivir que cualquier otro? Recomiendo su lectura: Niños Diferentes. Puedes encontrarlo en la página web de la editorial que estoy promoviendo: www.digitalreasons.es.
Termino felicitando a los padres de estos niños, por su inmenso amorque, les lleva a aceptar a estos niños, tal vez frente a un entorno que no es capaz de sentir el valor de la vulnerabilidad, de nuestra radical dependencia. Os dejo con el propio autor del libro, os explica en 3 minutos su motivación para escribirlo:


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