Son días de despedida, que se tornan grises para quienes sentimos que un padre querido se marcha. Han sido pocos años, apenas 8, sirviendo a la Iglesia con especial visibilidad, aunque había muchos antes en que lo hizo a oscuras. Benedicto XVI será un Papa muy recordado. Nos preguntarán por él dentro de muchas décadas. Seguirán leyendo sus escritos. Seguirán dando gracias a Dios por habernos dado un Papa sabio y santo, que supo dialogar con el mundo contemporáneo, que supo responder a todas nuestras preguntas. Pensábamos que no querríamos a otro como a Juan Pablo II, pero también es posible, siempre es posible, agrandar el corazón, y querer a alguien tan distinto, pero tan cercano, al gran Karol.
Dice que seguirá rezando por la Iglesia, estamos seguros que así será. Por encima de tanta basura como lanzaron sobre él, de tantas insidias de dentro y de fuera, su sotana sigue siendo blanca, como su alma. Su semilla seguirá fructificando. Sus escritos están ahí. Ojalá que todos los leamos con atención: son profundos pero accesibles, nos hacen pensar.
Gracias por tantas cosas, santo Padre, y descanse, viva sus últimos años muy cerca de Quien ha sido la razón última de sus muchas razones.
Dice que seguirá rezando por la Iglesia, estamos seguros que así será. Por encima de tanta basura como lanzaron sobre él, de tantas insidias de dentro y de fuera, su sotana sigue siendo blanca, como su alma. Su semilla seguirá fructificando. Sus escritos están ahí. Ojalá que todos los leamos con atención: son profundos pero accesibles, nos hacen pensar.
Gracias por tantas cosas, santo Padre, y descanse, viva sus últimos años muy cerca de Quien ha sido la razón última de sus muchas razones.