Siempre me ha gustado leer y escribir, es una forma excelente de enriquecerse como persona y de ayudar a otras personas. Las letras impresas son expresión de muchas cosas que son muy difíciles de expresar. A mi al menos, la mayor parte de las veces me resulta más fácil escribir sobre lo que llevo dentro que decirlo. La escritura es como "la toma de tierra" de un pararrayos: nos sirve también para descargar esa energía interior que bulle intentando entender mejor lo que nos rodea.
A nadie sorprenderé si digo que estamos en un momento especialmente delicado de nuestra trayectoria histórica, donde prima el pesimismo y la desorientación. Los enormes cambios sociales que se han vivido en España en los últimos treinta o cuarenta años nos dejan la impresión de que hay muchas cosas que se nos escapan, que nos faltan cimientos intelectuales, que hemos sustituido muchos valores por otros, o a veces por ninguno; a esa tendencia de largo plazo se une ahora la falta de horizontes económicos, que son precisamente los únicos que parecían contar, tras destruir todo lo demás. Si lo único que cuenta es la eficacia económica, el pragmatismo de lo que es y no rentable, ¿qué ocurre cuando la economía se tambalea?
En estos momentos resulta extremadamente importante que los cristianos mostremos con nuestra vida y nuestra palabra, con nuestros escritos, que hay valores meta-económicos, que nuestras actitudes vitales no pueden ser gobernadas por la prima de riesgo, el ibex o los presupuestos del estado.
Los cristianos deberíamos ser siempre testigos de esperanza, pero especialmente en estos tiempos convulsos. Hace ya muchos años que me impactó grandemente unas palabras dirigidas por San Pedro a los primeros cristianos de Antioquía, donde les recomendaba estar "...siempre dispuestos a dar respuesta a todo el que os pida razón de vuestra esperanza. Pero hacedlo con dulzura y respeto". Este ha sido la principal motivación de crear una editorial digital, que hemos llamado "Digital Reasons". Pretendemos que esta iniciativa facilite una reflexión intelectual profunda, a la vez que
accesible, sobre los grandes temas del pensamiento contemporáneo,
principalmente de aquéllos que afectan y, a la vez, son consecuencia de una
determinada concepción del ser humano. Vamos a cubrir 100 temas, muy variados, incluyendo cuestiones controvertidas en el ámbito de la bioética, del derecho, la historia, la economía, la ciencia, la cultura y las transformaciones sociales.
Intentaremos abordar esos temas desde
una antropología cristiana, presentando también, con la mayor honestidad
posible, los argumentos que otras concepciones antropológicas aportan sobre los
mismos, analizándolos con hondura y proponiendo razones que permitan
superarlos. Nuestra principal inquietud es crear un proyecto cultural, que tenga amplio impacto en la formación de las ideas que lideren la sociedad en la que vivimos, por lo que pediremos a cada autor que ayude a generar una comunidad de lectores que inspiren a si mismo nuevas ideas. Los cristianos no podemos tenerle miedo al mundo contemporáneo, ni refugiarnos en ambientes artificiales porque allí nos comprenderán mejor. Estamos en medio de una sociedad que es plural y por tanto también compatible con la fe, y que además necesita la fe -ahora mas que nunca- para dar nuevo sentido a sus preguntas. Asumir por defecto que nuestros argumentos solo sirven para creyentes es pensar que los creyentes no podemos vivir junto a personas que no lo sean. La verdad es única, ardua de alcanzar, pero imprescindible para guiar nuestro intelecto. Pienso que tenemos mucho que aprender de personas sin fe, pero ellos también necesitan escuchar nuestras razones.
¿Alguien se anima a colaborar con este proyecto? Espero vuestras sugerencias a direccion@digitalreasons.es