Los días 10 y 11 de Noviembre se celebró un simposio Internacional denominado: “Ciencia y religión en el siglo XXI: ¿diálogo o confrontación?”. Este evento fue organizado por la Fundación Ramón Areces, con la coordinación científica de Emilio Chuvieco, Catedrático de la Universidad de Alcalá y Denis Alexander, director del Instituto Faraday de la Universidad de Cambridge.
El evento causó un notable interés público. Se inscribieron 410 personas, provenientes de diferentes entidades (centros de enseñanza media, universidades, laboratorios de investigación, hospitales, clínicas…), así como un grupo de personas jubiladas. En cuanto a procedencia geográfica, la mayor parte de los inscritos procedieron de la Comunidad autónoma de Madrid, pero también se contó con la participación de personas provenientes de Manchester, Oxford, Barcelona, Granada, Navarra, Murcia, País Vasco, Vigo, Valencia, Guadalajara y Zaragoza.
Este simposio se organizó como parte de la colaboración incipiente entre el seminario ciencia y religión de la Universidad de Alcalá y el Faraday Institute, de la Universidad de Cambridge. Pretendía impulsar el diálogo
entre ciencia y religión, en beneficio de ambas. Si bien a lo largo de la historia, se han dado situaciones de conflicto entre ambas disciplinas, no podemos afirmar que este conflicto sea intrínseco, ya que ambas ciencia y religión tienen sus campos de actividad propios y ambas, adecuadamente enfocadas, benefician considerablemente a la sociedad. Por un lado, la ciencia permite conocer el funcionamiento de la realidad material, que lleva consigo a mejorar nuestra calidad de vida, combatiendo enfermedades, facilitando el transporte, o la utilizando de los recursos naturales; por otra parte, la religión permite responder a los interrogantes espirituales de los seres humanos, a su búsqueda del sentido de la vida, a sus inquietudes morales. La ciencia ofrece una interpretación racional de la realidad empírica; la ciencia una interpretación espiritual de la realidad inmaterial. Como indicó uno de los grandes genetistas del siglo XX, Erwin Chargaff, “la ciencia está maravillosamente equipada para responder a la cuestión “¿cómo?”, pero se convierte en terriblemente confusa cuando nos interrogamos sobre el “¿por qué?”.
entre ciencia y religión, en beneficio de ambas. Si bien a lo largo de la historia, se han dado situaciones de conflicto entre ambas disciplinas, no podemos afirmar que este conflicto sea intrínseco, ya que ambas ciencia y religión tienen sus campos de actividad propios y ambas, adecuadamente enfocadas, benefician considerablemente a la sociedad. Por un lado, la ciencia permite conocer el funcionamiento de la realidad material, que lleva consigo a mejorar nuestra calidad de vida, combatiendo enfermedades, facilitando el transporte, o la utilizando de los recursos naturales; por otra parte, la religión permite responder a los interrogantes espirituales de los seres humanos, a su búsqueda del sentido de la vida, a sus inquietudes morales. La ciencia ofrece una interpretación racional de la realidad empírica; la ciencia una interpretación espiritual de la realidad inmaterial. Como indicó uno de los grandes genetistas del siglo XX, Erwin Chargaff, “la ciencia está maravillosamente equipada para responder a la cuestión “¿cómo?”, pero se convierte en terriblemente confusa cuando nos interrogamos sobre el “¿por qué?”.
Los recientes avances de la ciencia y la tecnología, a un ritmo y extensión sin precedentes, nos deberían llevar a reflexionar sobre los impactos de este avance en nuestra visión del mundo, lo que enriquece nuestro conocimiento y experiencia religiosa. A su vez, esos avances plantean interrogantes éticos, particularmente en la investigación biomédica y en temas ambientales, que requieren una respuesta que está más allá de la ciencia.
El simposio se organizó en torno a 12 presentaciones, realizadas por científicos de primer nivel en las materias tratadas. Pueden organizarse en torno a unos ejes temáticos:
- Historia de la ciencia, relaciones históricas entre ciencia y religión. Se incluyeron en este capítulo dos conferencias a cargo del Prof. John Hedley Brooke, de la Universidad de Oxford, sobre el inicio de la ciencia en el mundo occidental, y del Prof. Ignacio Sols, de la Universidad Complutense de Madrid sobre el caso Galileo.
- Inicio y exploración del universo. Centrado en el origen de la materia y la evolución primaria del universo. Incluyó las conferencias del Prof. Marco Bersanelli, de la Universidad de Milán, sobre Origen y Creación en el universo del Big-Bang, y de la Dra. Jennifer Wiseman, de NASA y la Asociación Americana para el avance de la ciencia (AAAS), sobre el significado de la vida humana ante la posible existencia de vida extraterrestre.
- Cerebro y alma, orientado a reflexionar sobre las relaciones entre espíritu y materialidad neurológica. Se incluyeron dos conferencias a cargo del Prof. Fernando de Arriaga, de la Universidad Politécnica de Madrid, sobre inteligencia artificial y el posible diseño de máquinas humanas, y del Prof. José Manuel Giménez-Amaya, de la Universidad de Navarra, sobre Cerebro y alma: nuevas formas de mirar a un viejo problema
- Diseño, evolución y finalidad. Este grupo de conferencias trató las relaciones entre finalidad y ciencia desde distintas perspectivas, desde la física teórica, con una conferencia del Prof. Fernando Sols, de la Universidad Complutense de Madrid, sobre Heisenberg, Gödel, y la cuestión de la finalidad en la ciencia, hasta la biología con las conferencias del Prof. Francisco Ayala sobre Evolución, Creación y diseño inteligente, y del Prof. Denis Alexander, de la Universidad de Cambridge, sobre Creación y Evolución.
- Cuestiones éticas. El último módulo del simposio trató sobre algunas cuestiones éticas surgidas del avance de la ciencia en el terreno ambiental y la investigación biomédica. Se incluyeron las conferencias del Prof. Emilio Chuvieco, de la Universidad de Alcalá, sobre la contribución de los valores religiosos a la conservación ambiental, del Prof. César Nombela, de la Universidad Complutense de Madrid, sobre Dignidad humana y los fundamentos de la bioética, y del Prof. John Wyatt, del University College Londres sobre temas éticos en el comienzo y el fin de la vida.
El simposio fue muy enriquecedor para fomentar el diálogo entre ciencia y religión, desde muy distintas ópticas. Los participantes plantearon numerosas cuestiones de gran interés, en el espectro de los temas tratados. La conclusión genérica del simposio refuerza el interés inicial en su organización, subrayándose la importancia de que ciencia y religión abunden en un diálogo eficaz que permita enriquecer a ambas, desde el respeto a la esfera propia de cada ámbito.
Todas las sesiones de este simposio se grabaron y están disponibles en el canal tv de la Fundación Areces:
http://www.fundacionareces.tv/
Todas las sesiones de este simposio se grabaron y están disponibles en el canal tv de la Fundación Areces:
http://www.fundacionareces.tv/
Hola:
ResponderEliminarAunque con un poco de retraso, me gustaría hacerle un par de preguntas desde el desconocimiento, pues aunque estuve en las conferencias de Ayala y Alexander, no pude asistir al resto y no conozco a todos los investigadores invitados:
¿Realmente hubo diálogo? ¿Realmente hubo disparidad de opiniones más allá de los matices entre quienes aceptan la compatibilidad de ciencia y religión? ¿Hubo algún conferenciante que planteara la incompatibilidad de las mismas como formas de conocimiento del mundo?
Mi impresión, por la lectura de los abstracts, es que la gran mayoría, sino todos los conferenciantes, defendían la complementariedad entre ciencia y religión. Si me equivoco me gustaría que me sacara de mi error, si es tan amable.
Muchas gracias por su atención y reciba un cordial saludo.
Soy el autor del anterior comentario. Perdón por olvidar decir mi nombre: me llamo Manuel.
ResponderEliminarSaludos.