Paseaba hoy por el carril bici madrileño, en una preciosa mañana dominical, disfrutando de esta infraestructura que me resulta ya muy familiar. Me sigue pareciendo una iniciativa excelente de quien fuera -en mi opinión- uno de los mejores alcaldes que hemos tenido en Madrid. Los tópicos que marcan las tendencias políticas, por alguna extraña razón que desconozco, asimilan el cuidado del medio ambiente a los partidos-personas de izquierda, pero en esto -como en tantas cosas- hay que distinguir entre teorías y hechos. El hecho concreto es que los "agujeros" del carril bici no se han rellenado por el ayuntamiento actual (tras dos años de gestión), que parece más interesado en cambiar nombres de calles que en mejorar la viabilidad sostenible del municipio. De momento, sólo he recibido del actual consistorio una encuesta donde dicen que van a hacer tal y tal cosa, pero aún no he
visto nada concreto: sigue sin cerrarse el carril bici, no se han mejorado nada sus tramos más conflictivos, y sinceramente no veo que la política de promoción del tranporte colectivo o los coches eléctricos sea más que una declaración de intenciones. A mi modo de ver la única medida de cierto calado en favor del ambiente ha sido la prohibición de circular a los coches en momentos de máxima congestión atmosférica. Gracias a eso, por vez primera muchos conductores se plantean comprarse vehículos de menor emisión o enterrar defnitivamente los diesel. La medida implica un coste cero para el ayuntamiento, asi que no puede decirse que el consistorio madrileño haya invertido gran cosa en el ambiente de la ciudad: veo los mismos jardines que antes, los mismos kilómetros de carril bici, las mismas bicicletas urbanas, las mismas bonificaciones para vehículos híbridos... en fin, la conclusión que saco es que el gobierno más emblemático de Podemos no parece evidenciar una preocupación ambiental efectiva.
Hasta aquí los hechos, que podríamos multiplicar con otros muchos ejemplos de gobiernos de izquierdas que en el pasado han tenido una lamentable trayectoria ambiental (la URSS, por ejemplo), y que ahora continúa China (con indicadores ambientales nefastos, aunque hay mejoras en los últimos años), Corea del Norte, Venezuela o Cuba (con matices, naturalmente). Sin embargo, son los gobiernos de centro o centro izquierda (Alemania, Países Bajos, Suecia, Dinamarca, Noruega) los que han tomado medidas reales para cambiar su forma de relacionarse con el ambiente, para construir economías de baja emisión. Aquí, ni unos ni otros parecen interesados en la materia, y seguimos esperando que se modifique el absurdo regimen de las renovables o que los presupuestos del Estado aprueben las ayudas a la adquisición de coches eléctricos: veremos qué papel juega Podemos en esos cambios, aunque me temo que no está en lo más alto de su agenda de prioridades.
visto nada concreto: sigue sin cerrarse el carril bici, no se han mejorado nada sus tramos más conflictivos, y sinceramente no veo que la política de promoción del tranporte colectivo o los coches eléctricos sea más que una declaración de intenciones. A mi modo de ver la única medida de cierto calado en favor del ambiente ha sido la prohibición de circular a los coches en momentos de máxima congestión atmosférica. Gracias a eso, por vez primera muchos conductores se plantean comprarse vehículos de menor emisión o enterrar defnitivamente los diesel. La medida implica un coste cero para el ayuntamiento, asi que no puede decirse que el consistorio madrileño haya invertido gran cosa en el ambiente de la ciudad: veo los mismos jardines que antes, los mismos kilómetros de carril bici, las mismas bicicletas urbanas, las mismas bonificaciones para vehículos híbridos... en fin, la conclusión que saco es que el gobierno más emblemático de Podemos no parece evidenciar una preocupación ambiental efectiva.
Hasta aquí los hechos, que podríamos multiplicar con otros muchos ejemplos de gobiernos de izquierdas que en el pasado han tenido una lamentable trayectoria ambiental (la URSS, por ejemplo), y que ahora continúa China (con indicadores ambientales nefastos, aunque hay mejoras en los últimos años), Corea del Norte, Venezuela o Cuba (con matices, naturalmente). Sin embargo, son los gobiernos de centro o centro izquierda (Alemania, Países Bajos, Suecia, Dinamarca, Noruega) los que han tomado medidas reales para cambiar su forma de relacionarse con el ambiente, para construir economías de baja emisión. Aquí, ni unos ni otros parecen interesados en la materia, y seguimos esperando que se modifique el absurdo regimen de las renovables o que los presupuestos del Estado aprueben las ayudas a la adquisición de coches eléctricos: veremos qué papel juega Podemos en esos cambios, aunque me temo que no está en lo más alto de su agenda de prioridades.
Es curioso como he llegado hasta este blog. Nos conocimos hace poco en un congreso y haciendo búsquedas bibliográficas aterricé en su blog personal.
ResponderEliminarNo me gusta tener que clasificar personas ni ideas, pero para simplificar diré que yo ateo y ecologista con tendencias progresistas he encontrado este blog más interesante que muchos de los que suelo ver ocasionalmente y que se suponen que tendrían que comulgar con ellos por ser de "izquierdas". Hallo en este espacio un lugar muy interesante para la reflexión y el debate, algo que últimamente en la sociedad de la inmediatez está perdiéndose.
Lo cierto es que el concepto de izquierda-derecha está cada vez más desdibujándose porque los motivos que impulsaron ese gradiente está desvaneciéndose poco a poco y quizás habría que redifinir las implicaciones del progresismo y el conservadurismo en la era tecnológica.
Se supone que con la integración de Equo en Podemos debería de notarse esa influencia, pero creo que quizás la magnitud de las prioridades de un partido no debe marcarla el propio partido sino sus votantes. Somos los votantes quienes tenemos que exigir a nuestros supuestos representantes cuales son las prioridades de la sociedad. Y el medio ambiente debe de estar entre las primeras, sino la primera.
Seguiré visitando este blog, al que encuentro muy estimulante intelectualmente.
Saludos cordiales.